martes, 30 de octubre de 2012

La computadora empotrada


Creo innecesario hablar de la penetración de las TIC en todo ámbito y de la necesidad de aprender su manejo como otra forma de literacidad, lo que está en cuestión es qué, cuándo y cómo. En cuanto a esta última podría resultar ser más sencillo de lo que parece, es una experiencia común el sorprenderse por la facilidad con la que los niños aprenden a manejar aparatos electrónicos de cualquier tipo, programas de computadora, etc.

Sugata Mitra puso esto a prueba en un experimento llamado "Hole in the Wall" (agujero en la pared), poniendo una computadora empotrada en paredes conectadas a internet en la calle de varios pueblos muy pobres y apartados de la India, donde niños que nunca habían usado una computadora ni sabían inglés, podían utilizarla libremente. Instalaban la computadora y una cámara que registrara lo que sucedía y la dejaban por dos o tres meses, no se les enseñaba ni explicaba nada a los niños, ellos la veían mientras jugaban en la calle y de a poco se acercaban para ver que era y que hacía. Luego de un tiempo volvió a los pueblos y entrevistó a los niños para ver qué habían aprendido, qué estaban haciendo con la computadora, los resultados fueron muy interesantes: No sólo aprendían por sí mismos a utilizar la computadora, navegar en internet, enviar correos electronicos, etc, sino que "como todo estaba en inglés, tuvimos que aprender inglés", utilizaban unas 200 palabras, mal pronunciadas pero en su uso correcto, no sólo en relación a la computadora sino también en sus juegos y vida diaria. Lo interesante no es sólo el hecho de que suceda sino el ver cómo y por qué para poder aplicarlo en otras situaciones de aprendizaje para acercarlas lo más posible a la manera en que los niños aprenden cuando lo hacen espontáneamente, en grupo, enseñándose unos a otros, motivados por su curiosidad.